viernes, 4 de julio de 2014

Mas de 200 años de disculpas.

A ver si entendimos bien lo que ha sucedido últimamente, y de donde viene todo...

Tanto escándalo por chuzadas e interceptaciones, cuando desde hace más de dos siglos vivimos en un estado policial y represivo contra las libertades de los pueblos habitantes de este territorio, en especial contra Nosotros los Proscritos, aquellos que vimos los 90s en todo su esplendor y sabemos cómo actúa el Estado Colombiano a conveniencia de su negocio público-secreto.
Lo de Santos y la izquierda se sabía desde hacía mucho, y que alguien trataría de espiar todo ese entramado tan oscuro y lejano de la vista del pueblo que por años ha padecido este conflicto tan absurdo, era lo más lógico, un conflicto propiciado por Los Peores Enemigos de Nuestros Pueblos, los padres de la usura y la especulación, los mismos que han patrocinado toda revolución que se ha gestado en nombre de la Independencia y la Libertad en este continente, así que ya sabemos a qué nos enfrentamos, nada es de sorprenderse, los falsos positivos están a la orden del día y que lo digan muchos, ya que por esta época de tanta campaña política salpicada por el gran y extenso manto de la corrupción al servicio de intereses netamente económicos.
El Estado una vez más, como es su costumbre, busca entre los Nacionalistas de bien,  (ya sabemos que lo ha hecho antes, y de eso pueden dar testimonio las familias de los militares secuestrados por el Estado al que defendieron, y ahora ese mismo Estado los encierra bajo el título de asesinos.), chivos expiatorios a quienes armarle un verdadero montaje, y así desviar la atención del pueblo, mismo pueblo que ignora muchos temas, algunos porque quieren y otros porque como dicen popularmente, no les queda tiempo para andar enterado de esos temas, temas de los cuales debería estar más enterado, como estar más atento a cómo funciona su país ? y su gobierno ?, quien lo maneja ?, que pasa con sus impuestos ?, a que tiene  derecho ?, etc… temas así, importantes de verdad, y menos pendiente de la vida del vecino, que a sus ojos tiene una vida deplorable y poco ejemplar, por consiguiente la suya debe ser una maravilla y todo un ejemplo a seguir  según la moral y ética Colombiana que nos enseñó desde el colegio el valor de la Lealtad, transformándonos en pequeños delatores de nuestros primeros amigos, aquellas primeras personas que nos brindaron su confianza, aquellas almas verdaderamente inocentes que veían el mundo como un gran y eterno parque de juegos, y la peor maldad que su mente podía concebir no iba más allá, de comerse una o dos galletas de más, entrar tarde a la casa, o no hacer las tareas a tiempo, cosas de niños,  a esas pequeñas personas, que también fuimos nosotros  en algún momento, este Estado secuestrador de tradiciones e historia verdadera, nos enseñó a delatar, a señalar, nos enseñó el valor que tiene una galleta para un perro por hacer un truco para el cual fue entrenado,( la única y gran diferencia es que el perro si conoce el valor de la lealtad. ) este Estado nos enseñó que importa mucho más el bien propio que el común, y adoctrino muy bien a nuestros padres con aquella frase de primero yo, segundo yo y tercero...bueno pues ya sabemos cómo sigue la historia, este Estado tan sincero y veraz, tan humanitario y altruista, tan consciente de las necesidades de los pueblos que habitan este territorio, este estado que es la máxima autoridad de la moral y ética, y eso nos lo dejo ver muy bien a una generación muy olvidada a su suerte como lo es la nuestra, nuestra generación, aquella de los fantásticos 80s y 90s en la capital del país, aquella Bogotá de los carros bombas, aquella Bogotá en la que el M-19 hizo lo que se le dio la gana y este estado tan digno dio su brazo a torcer contra los que alguna vez declaro supuestamente,  y con enérgica voz, Enemigos del Estado ¡ ...Somos de aquella Bogotá que sufrió (y que aún sufre) el terrorismo, el sicariato, el robo, el secuestro, las bombas, las venganzas entre familias de reconocidos narcotraficantes, algunos amparados por ese mismo Estado  que decía combatirlos, y de eso ya tenemos pruebas infinitas, de aquella simbiosis entre Estado y narcotráfico, entre Estado y cualquier mafia que se conozca, ya que el Estado Colombiano ha sido desde hace más de dos siglos una de las mafias más poderosas y bien constituidas del mundo, a la cual todos a diario le pagamos tributo, por supuesta protección y tranquilidad, es decir, pagamos el sueldo de sus esbirros, los cuales a conveniencia nos tratan como personas, o encierran, o nos ensucian con falsas pruebas, y ellos mismos nos garantizan tranquilidad hasta el próximo mes de cobro, obviamente dependiendo de cómo les sirvamos mejor para sus objetivos inmediatos, pueden ser unas elecciones o algo así por el estilo, y así por los siglos de los siglos, y esto solo el caso de Bogotá, no quiero entrar en el capítulo del Medellín de esa misma generación, o de Cali y de lo que se vivió, o se vive aún, por que no decirlo, en esas ciudades, cada parroquia tiene su propio demonio, y en todo rincón en donde se encuentre un habitante de este territorio independiente del pueblo que sea, Indígenas, Afros, Criollos, etc… esta ola de violencia lo ha tocado de una forma o de otra, de un lado o del otro, y esas son las consecuencias de un Estado ineficaz e ilegitimo, el cual nos ha utilizado a lo largo de los años para mantener esa empresa tan lucrativa para ellos, los dueños de esa empresa, y ya sabemos cómo actúan ellos, hagan lo que hagan siempre tendrán la razón, si no lo creen, acaso los de mi generación no recuerdan el proceso 8.000 ? y que sucedió con eso ?... no lo recuerdan ? pues yo sí ¡ y lo que sucedió fue que ¨Fuerzas Desconocidas¨ asesinaron a Álvaro Gómez Hurtado, y el pueblo una vez más guardo silencio, tuvo su oportunidad frente al eterno tribunal de la historia para haberse alzado contra esa mafia llamada Estado Colombiano, y una vez más guardo silencio, una vez más las balas le recordaron a aquellos que ese mismo Estado educo, que era preferible delatar y cobrar por hacerlo, y acallar por la fuerza la voz de  la verdad,  que guardar lealtad a nuestras propias convicciones. Una vez más esa mafia logro su cometido, lo lograron hace más de 200 años con aquella farsa de la Independencia y la Soberanía Simón Bolívar y sus secuaces, y hoy por día, y día a día, vemos como esa nefasta empresa llamada Estado Colombiano y su régimen, al cual se debió tumbar hace mucho tiempo, para así evitar perder a un gran Hombre como Álvaro Gómez Hurtado, un gran hombre que sabía muy bien de cual régimen estaba hablando, porque aquello que se hereda no se hurta, y su padre Don Laureano Gómez ya nos había advertido de esa clase de enemigos venidos desde muy lejos, de aquellos enemigos de las libertades de los pueblos y por consiguiente de su Derecho a la Auto-determinación, aquellos agitadores revolucionarios venidos desde muy lejanas tierras para darle vida a un Basilisco que ha venido controlando los destinos de los que habitamos esta parte del mundo.

Este Estado nos debe mucho, en especial educación y seguridad, fuimos una generación a la cual un estado olvido y dejo a merced de grandes males que habitaban desde la profundidad de la selva, hasta la calle más popular de la capital, por entablar una guerra no contra el narcotráfico, sino por el control del mismo, y es una guerra que parece más una parodia mal ensayada, que en realidad un Estado verdadero y efectivo combatiendo un problema que es uno de los principales generadores de violencia en este territorio, este Estado nos debe una infancia tranquila y feliz como debería ser la infancia de todos los niños del mundo, y nos debe una juventud en la cual ninguno de nosotros debió haber conocido las lágrimas por tanta violencia, y si en cambio, la verdadera riqueza cultural e histórica de su pueblo, la cual este Estado le oculta a muchos, en especial a Nosotros los Proscritos, este Estado nos debe sobre todo y más importante, la Dignidad ¡ esa misma que tantas veces le ha entregado a otros gobiernos iguales o peores que él, una Dignidad que muchos de nosotros, en nuestra juventud quisimos recuperar por medios, y ambientes muy inocentes y románticos en su forma de lucha, éramos muy puros de mente, cuerpo y espíritu, cuando nuestra juventud abandonada a su suerte por el Estado, y al ver que jamás se recibió una vez más por parte de ese Estado una educación sobre nuestra grandeza histórica y cultural, se encontró con ejemplos históricos lejanos,  muy efectivos para tiempos oscuros y de crisis, y si,... muchos optamos por una vida de eterno combate en todo sentido, buscando emular a grandes personajes del pasado que dieron el todo por el todo en defensa de sus tradiciones, de su pueblo, de su historia, de su cultura, de su sangre y de ciertos valores que este Estado jamás mostró para con nosotros, vimos la luz en una estrella del pasado, pero fue un inicio para muchos, una estrella que nos ilumino hacia el conocimiento de la grandeza cultural e histórica de un pueblo y del valor de las diferentes culturas y tradiciones en el mundo, nuestra idea en constante evolución pero al mismo tiempo bajo constante ataque, busco los mecanismos de defensa propios de una juventud inexperta que quiere cambiar el mundo con buena voluntad, pero aún no sabía qué clase de mundo es el que nos habían dejado los supuestos salvadores y libertadores, un mundo donde el papel moneda importa más que la vida de un hombre, no hay que decir más al respecto, ese es el mundo que nos heredaron, y este Estado se encargó de adiestrar muy bien a la mayoría para pensar que solo del Dinero  depende su felicidad y tranquilidad, una juventud creciendo en un mundo así, en una ciudad como Bogotá, no podía reaccionar de otra forma que con más violencia, frente a facciones no solo de jóvenes sin ningún objetivo político, sino también contra aquellas facciones que se convencieron de aquel cuento que ha propiciado esta guerra fratricida por tantos años, como lo es la ¨Lucha de Clases y la Combinación de todas las formas de Lucha¨, y no escribiré más aquí sobre ese tema porque a buen entendedor...

Tuvimos que librar una guerra urbana en la que la telefonía celular solo era posible en las películas, y el número de emergencia más cercano, se encontraba en  la estación de policía más cercana, que por los años 90s, no es que estuvieran muy desocupados y prestos a atender a jóvenes conflictivos,  y menos con recompensa paga por la cabeza de cada uno, batallamos una guerra urbana en donde las voluntades se conocían en la calle, caminando, explorando, preguntando, escribiendo a mano, saludando con la mano, y defendiéndose también con las manos,… no ¨Agregábamos Amigos¨ en la calle,.. en la calle conocíamos jóvenes que con el pasar del tiempo se transformaban en nuestros amigos, y en aquella lucha, nosotros mismos los llamamos nuestros hermanos, y dependiendo de su entrega a esa lucha, Nuestros Camaradas, y también conocimos otros jóvenes que con solo vernos y ver lo que nuestros símbolos  y estandartes de lucha en aquella época representaban, sin mediar palabra se transformaron en fieros opositores y hasta algunos se juraron  nuestros enemigos , muchos de ellos sin medir el alcance de la palabra enemigo en una ciudad como Bogotá y en un territorio controlado por un Estado genocida con absolutamente todos los pueblos que conformamos esta colectividad de voluntades. 
En aquella época, la nuestra, en donde se peleó hombro a hombro con muchos y al mismo tiempo con pocos, en donde se conocieron las victorias y las derrotas, en grupo e individualmente, donde se conoció la alegría y la tristeza en un mismo día, y aquellos a quien querías, les decías que les querías de frente, y se lo demostrabas con un saludo, o un abrazo y alguna frase emotiva de verdadera amistad, de esa verdadera que se forjo en la calle, cuando las voluntades salían a conocer a sus amigos y a sus opositores, no teníamos la opción de dar ¨Me gusta¨ cuando esa persona decía, o llevaba a cabo una acción decisiva para esos tiempos tan difíciles, y tampoco teníamos la opción de lanzar indirectas en la calle como se hace a diario a través de la pantalla, porque lo que se decía, se sustentaba en ese campo de batalla, que era esa calle, una calle que se pelearon jóvenes, muy jóvenes, y en la que muchos cayeron, y por alguna extraña razón de la providencia  y como siempre, la mayoría, por no decir todos, siempre amigos, hermanos y camaradas nuestros, y de los más cercanos, y una vez más,… este Estado nos dio la espalda cuando reclamamos por nuestros muertos, este Estado, el mismo que se regocija enlodando el nombre de los muertos, de aquellos que ya no se pueden defender, porque así es este Estado, un perfecto ejemplo de cobardía mundial, que paga mercenarios que no protegen ni sirven al pueblo sino a sus jefes, aquellos que firman el cheque oficial, porque el sueldo extraoficial lo pagamos todos los ciudadanos a diario, en retenes, en requisas, en vacunas para poder seguir trabajando, y demás situaciones donde la palabra de aquellos mercenarios del estado sea determinante para nuestra libertad y comodidad para vivir, y donde ellos vean que pueden sacar provecho económico de la difícil situación de la persona a la que juraron proteger y servir,… Y entiéndase bien ¡ no ataco a una institución que debería ser la más querida y admirada por el pueblo, insignia de verdadero sacrificio para brindar protección y servicio a la comunidad, ataco es a los infiltrados en la misma, que han transformado la imagen de un servidor de la seguridad pública, en la de un mercenario que se vende al mejor postor, y si es necesario voltea a mirar para otro lado siempre y cuando tenga el precio indicado en sus bolsillos, no importa que el pueblo este siendo víctima de cualquier abuso o crimen.

Ese estado y sus matones contratados, nos deben tantos años de Dignidad en todo sentido, a quienes como jóvenes luchamos en unas calles abandonadas  por el mismo, en las que pusimos a prueba nuestra voluntad de cambio y nuestro deseo por un verdadero cambio, arriesgamos la vida, y olvidamos a nuestra familias muchas veces, y por muchos , muchos años, familias que sufrieron de lejos y de cerca la angustia de ver  a sus hijos salir de su hogar y muchas veces esperarlos durante días y días, en los que las rejas de este estado y los hospitales se transformaron en un segundo hogar para aquellos jóvenes durante  esa época por  manifestar nuestro deseo de cambio, gritamos y peleamos por ser escuchados, el Estado no nos dejó muchas opciones más que resistir la violencia contra nosotros, aquellos que nos declarabamos seguidores de la tradición, el nacionalismo y el orden,... que  con más violencia, y el resultado de todo ello, ya lo conocemos hoy en día, y son resultados irreversibles y muy dolorosos, porque si bien teníamos mucha, y muy buena voluntad, la experiencia nos era escasa y por lo tanto los errores a lo largo de ese caminar, por los caminos de la violencia, fueron muchos y muy graves, por fortuna e inteligencia supimos batallar con gallardía y jamás le quitamos la vida a ningún joven que por motivos diferentes nos plantó cara en aquel campo de batalla, siempre dimos un trato justo a los opositores rendidos y por ello tenemos la conciencia tranquila y las manos limpias,  de todo se aprende y lo aprendimos de formas muy dolorosas, la guerra externa finalmente termino tocando a todos, tanto en el campo como en las ciudades, en mayor o en menor escala de sangre, finalmente nos terminó enfrentando a todos, y si bien sabíamos el momento en que entrábamos a hacer parte de esa guerra, no sabíamos cuándo ni de qué forma terminaría, pero la guerra sea cual sea,  es eso, gritos de júbilo y emoción por dar la lucha por la nación imaginada, y luego lágrimas, unas veces de felicidad y muchas, pero muchas veces de tristeza y un eterno reflexionar sobre todo lo hecho en nombre de algo, solo los que vivieron épocas como esas podrán entender de los profundos conflictos internos a los cuales se enfrentan los hombres que toman decisiones que de una forma u otra afectan  a alguien más, que por cuestiones de cultura, lengua, suelo y sangre es también hijo de una tradición, que puede ser propia, y eso lo hace nuestro hermano, un hermano que tal vez este luchando por intereses equivocados porque nunca tuvo alguien que le contara la verdad  a tiempo, un hermano al que olvidamos traer de la forma correcta a nuestro lado, y por cuestiones puramente históricas, terminamos enfrentados una vez más los unos con los otros, por las mentiras de los de siempre, a todos esos hermanos extraviados y confundidos en su andar, y a todos esos otros que aunque no son hermanos en cultura e historia, pero a quienes también se les reconoce su valía a lo largo de una lucha de años difíciles, en una ciudad difícil y se vieron dañados por alguna de nuestras acciones,… Mis más sinceras disculpas, de mi parte y de parte de aquellos hombres serios de mi generación, de aquellos que con voluntad se conocieron en el campo de batalla, como caballeros, y pasados los años, haciendo el balance de una victoria que alcanzamos, por haber logrado el reconocimiento de una juventud olvidada con ideas peligrosas para un Estado enfermo de avaricia y mentira como lo es este, y el reconocimiento de viejas juventudes arraigadas en ideas contrarias a nuestros principios, que con mucho ahínco pelearon por mantener una hegemonía que habían sustentado durante años, no solo en las calles sino en universidades y colegios, tanto públicos como privados, pero que para sorpresa de muchos, unos pocos hicimos la diferencia y labramos un terreno para cultivar frutos propios, con nombre propio y a nuestro estilo, con nuestra verdadera historia a cuestas, no con la que nos quisieron educar los agentes del Estado, esa guerra la ganamos con honores, porque no era una guerra de exterminio, ni de aniquilación, fue una guerra en tiempos de resistencia mas no de expansión, fue una guerra injusta en muchas ocasiones en las que en número siempre fuimos menos, fue una guerra por el reconocimiento, por salir de la clandestinidad a la que durante muchos años nos había condenado este Estado, una guerra, en la que solo los mejores hombres, aquellos que aprendimos el valor de la palabra guerra y el valor de la constancia, llegamos hasta el final de ella, recordando a los que cayeron con profundo respeto por su entrega,  enlazando lo bueno del pasado, con nuestro presente para mejorar nuestro futuro.

Un futuro que este Estado nos ha negado desde hace mucho tiempo...un futuro que en esta etapa en la que muchos miramos atrás y vemos como fueron las cosas, vemos las cargas innecesarias de un inicio, pero sentimos el regocijo de saber que hemos aprendido, que a falta de verdadera educación por parte de un Estado al que le conviene mantener al pueblo en la ignorancia, encontramos por el camino maestros de una academia de la que aprendimos mucho, y que fue y sigue siendo un muy buen ejemplo para corregir el rumbo de una nación cuando es nación en realidad, y si no es así, solo miremos las reacciones de la vieja Europa en estos tiempos, aquella que muchos dijeron que jamás volvería a mirar hacia el nacionalismo de los pueblos libres, cada patria con su propio gobierno, como debe ser y no un gobierno mundial de ocupación como hasta ahora.

Aprendimos de nuestros errores y de la mejor academia, pero como siempre, se debe dejar la academia y fundar nuestra propia empresa, con lo aprendido, desprendiéndonos con donaire de fetiches innecesarios, posturas poco efectivas  y de etiquetas anacrónicas, así muchos nostálgicos queden rezagados por el camino, ya la historia decidirá qué hacer con ellos,…por ello somos mejores ahora, porque  somos auténticos, y damos gracias por haber transitado por la senda de un Nacionalismo que aunque extranjero, nos enseñó a amar lo propio y a prepararnos para luchar por lo propio, cuando nos vimos abandonados como jóvenes en un territorio en guerra constante, tanto en campos como en ciudades. Ahora en estos tiempos, siendo mejores personas, podemos decir sin sentir miedo alguno que tenemos historia propia, cultura propia  y que la vamos a recuperar para el bien de nuestro pueblo, y el de todos los demás pueblos que habitan bajo el mismo cielo en este pequeño, pero gran conjunto de voluntades que viven y conviven en esta parte de Hispanoamérica.

La voluntad de nuestro pueblo, y sobre todo la Historia, Nuestra Historia ¡nos juzgara más adelante, y sabrá con justicia premiarnos con más trabajo, por y para nuestro pueblo, o declararnos simplemente inexistentes en la misma.
El Estado Colombiano les debe la dignidad y el reconocimiento a todos los pueblos libres de este territorio y más de 200 años de disculpas por tan alta traición a la cultura, la sangre, la historia y la identidad.

Pero no es momento de esperar peras del olmo, si queremos recuperar la Dignidad que nos deben desde hace más de 200 años,  los que han llegado hasta este punto de la lectura sabrán reconocer el camino, un camino propio, actual, lejos de toda crítica y sobre todo y más importante, completamente nuestro, así como la Dignidad que nos pertenece, y el lugar que nos merecemos bajo el sol ante la historia como pueblo.

VERITAS ANTE OMNIA.


Diego A. Proscrito. 
kentaurdosmedias@gmail.com

martes, 1 de julio de 2014

A la verdadera Venezuela ( y a la falsa también.)

Todo gobierno que cierra para siempre los ojos de aquellos que son la energía misma y la esencia del Alma Mater, está condenando al pueblo a una era interminable de tinieblas.

No se conducen los destinos de una nación y mucho menos un pueblo, cerrándole la boca y atándole las manos a aquellos jóvenes que luchan por un derecho tan sublime como la libertad de expresión, no se le dispara en la cabeza a todo aquel que dice algo que no le gusta al "capataz" que tienen por presidente, el derecho a la libertad de expresión es un derecho INDIVISIBLE, o se tiene o no se tiene, no se puede tener libertad de expresión solo para decir lo que le agrada al gobierno de turno, como en este caso lo es el gobierno Chavista y ese montón  de esbirros que obviamente no entienden la lucha del estudiantado, precisamente por eso, porque no estudian ! porque no quieren conocer la realidad que está más allá de cumplir órdenes de un gobierno ilegitimo.

Ilegitimo como lo es todo gobierno el cual ordena encerrar y asesinar a todo aquel que no esté de acuerdo con su sistema, un gobierno ilegitimo el cual; obliga al exilio a sus propios ciudadanos, un gobierno ilegitimo que calla ante las masacres de organizaciones terroristas como las FARC,(aparte de prestarles infinitas colaboraciones en su camino a la impunidad histórica.) un gobierno ilegitimo el cual oculta en su territorio y con el amparo del oficialismo a bandidos internacionales propagando esa epidemia tan nefasta como lo es su lucha de clases y su combinación de todas las formas de lucha, un gobierno ilegitimo comandado por un heredero sumido en la más completa ignorancia no solo sobre política nacional e internacional, geopolítica, geografía, economía, seguridad, etc., (solo así se entiende el por qué ordena asesinar estudiantes, el miedo a lo desconocido causa reacciones violentas en el ser humano.) sino también hablar y pensar, porque ya está visto que el presidente Maduro primero habla y luego piensa, y de esto nos ha dado infinitas muestras en sus discursos en los cuales nos deleita con ese derroche de cultura general y buen uso de nuestra lengua madre.

El verdadero pueblo Venezolano está en las calles gritando, luchando, muriendo por un derecho, por unos derechos, por los derechos de todos, absolutamente de todos ! sin importar en donde estemos en Hispanoamérica, no se puede ser indiferente ante el asesinato de aquellos que son los únicos que con la fuerza de la razón, pueden oponerse con argumentos válidos ante la razón de la fuerza, no se puede callar cuando vemos caer en las calles a quienes esgrimen armas tan nobles y dignas como lo son sus ideas, producto mismo de esa lucha titánica del hombre contra la ignorancia !

El grito Venezolano, del verdadero Venezolano sea Criollo, Afro, Indígena, etc… se escucha en estos momentos en el mundo, un grito contra un gobierno que asemeja un cadáver insepulto que camina lentamente hacia el sepulcro, contaminando con su pestilencia a toda una generación de Venezolanos y porque no decirlo también al mundo!

Ya es hora que el valiente y verdadero pueblo venezolano se rebele y le dé una ayudita (podría ser una patada en las posaderas) a ese cadáver para entrar en esa cripta de donde nunca debió haber salido, cual zombi  hambriento de cerebros (sean, estudiantes y demás personas decentes que quieren una patria libre del control comunista y sus cómplices interna-Sion-ales) los cuales obviamente son sus peores enemigos, y por eso busca eliminarlos a como dé lugar, ya sea propagando sus dantescas ideas, o de un disparo en la cabeza como hemos visto últimamente.

Los estudiantes también disparan, si!  pero sus disparos son más certeros, nunca fallan, ellos disparan ideas ! y estas son más peligrosas que cualquier bala del oficialismo, porque estas llegan directamente al cerebro y se alojan allí, y luego de esto, no hay forma de sacarlas, para que se enteren los señores del gobierno Venezolano y comunidad (muda) internacional, los estudiantes tienen el poder de cambiar la realidad del mundo entero y solo en ellos radica la esperanza de un futuro en donde la razón de Apolo se imponga sobre la locura de Dionisio de una vez por todas, que la única locura existente sea proveniente del exceso de felicidad de cada individuo al ver que su derecho a la libertad y a la autodeterminación es protegido por un gobierno legítimo en donde el pueblo mismo, y no las listas cerradas, partidos en decadencia y la burro-cracia (El termino burro-cracia apareció con el presidente Nicolas  Maburro.) decidan cómo y por donde deben transitar para cumplir con el destino que la providencia tenga para este.

Pero mientras  el gobierno asesine, viole, secuestre, encierre y lo más grave de todo, le mienta a su propio pueblo, ese pueblo tiene todo el derecho a defenderse y a defender su libertad y sus ideas por los medios que estén a su alcance, la autodefensa de un pueblo se justifica aún más cuando son sus propios dirigentes quienes lo asesinan, no solo con tiros de gracia sino también de hambre!

 Adelante Venezuela! que tu grito en las calles sea una declaración de libertad al mundo cómplice de tu desgracia ! Venezuela despierta y en ese despertar esta la unión de estudiantes y trabajadores, en ellos y solo en ellos radica la última esperanza de una mejor nación para aquellos que vienen.

"Desgraciado de aquel, que no ha sufrido por la libertad; ese, no la merece."
Vargas Vila.

VERITAS ANTE OMNIA.



Diego A. Proscrito. 
kentaurdosmedias@gmail.com