miércoles, 30 de diciembre de 2020

Los Portadores del Anillo de la Calavera - II Parte.

LOS PORTADORES DEL ANILLO DE LA CALAVERA

Fue en Grecia muchos siglos después en donde la segunda Orden de los portadores del anillo de la calavera apareció, la componían soldados espartanos y atenienses, entre ellos se encontraban el Rey de Esparta Leónidas y el soldado ateniense Temístocles, ambos duros guerreros y héroes griegos que defendieron con honor el legado de la sangre atlante tanto en Atenas como en Esparta en donde cayó la mayoría de la segunda Orden en la batalla de las Termópilas en donde el Rey Leónidas combatió fieramente a las hordas de los nigromantes que se habían apoderado del imperio persa, Leónidas murió junto a sus guerreros, defendiendo el secreto atlante, su anillo lo había dejado a su mujer para que su hijo lo heredara y fuera iniciado y así continuar con la misión, su sacrificio salvó a Grecia y a Occidente de una invasión terrible, mucho tiempo después la segunda Orden se reorganizaba, esta vez estaba compuesta por filósofos, militares y sacerdotes, y fueron estos sacerdotes los que anunciaron la llegada de un gran líder, uno que conduciría a sus ejércitos a la victoria y a la conquista del mundo conocido, uno que combatiría a las fuerzas del mal, uno al que llamarían El Grande, y fue en Macedonia en donde nació un hijo de un rey, el rey Filipo, este joven fue llamado Alejandro, y su maestro era el mismo Aristóteles, quien era uno de los miembros de la segunda Orden de los portadores del anillo de la calavera y del conocimiento atlante, él fue quien hizo de Alejandro un grande, le enseñó absolutamente  todo para convertirse en un gran líder destinado a combatir y conquistar imperios que habían caído bajo el poder de los nigromantes. Alejandro fue iniciado en una ceremonia secreta en donde el propio Aristóteles le tomó juramento y le hizo entrega del anillo de la calavera, pero esta vez con su símbolo y caracteres secretos grabados en su interior, el secreto ahora era primordial, nadie debía saber que Alejandro Magno tenía sangre de los Atlantes y menos que era un miembro de la segunda Orden.

A sus 32 años y siendo el conquistador más grande de su tiempo, e incluso reconocido por los altos y últimos sacerdotes de Egipto de la primera Orden como faraón y Dios, y por tanto un enemigo formidable para las fuerzas oscuras y los nigromantes, e imposible de derrotar en batalla, fue cobardemente envenenado por un enemigo infiltrado al servicio de las fuerzas oscuras, una hermosa mujer sirviente fiel del culto sangriento, fue la encargada de administrar el veneno que llevo a Alejandro a la muerte, quien mucho antes de morir, presintiendo lo que se avecinaba  entrego su anillo a Ptolomeo I, también hermano de la segunda Orden. Ptolomeo I guardó el anillo, y su conocimiento lo fue transmitiendo a los nuevos miembros de la Orden, así de generación en generación el conocimiento fue resguardado, y los guerreros y sabios iniciados fueron portando los anillos cada vez con más variaciones en su diseño para así pasar desapercibidos ante el ojo enemigo y ser solo reconocidos por aquellos que en su sangre llevaran el conocimiento oculto.

La tercera Orden de los portadores del anillo de la calavera apareció siglos después en Roma, nuevamente con soldados, políticos y sacerdotes, esta Orden había inspirado la creación no solo de la república, sino también del imperio Romano, la tercera Orden en cabeza del mismo Julio Cesar combatió secretamente a los nigromantes del culto sangriento, quienes se habían camuflado en pueblos europeos como los Galos y los Germanos haciéndolos entrar en decadencia y en un baño de sangre entre hermanos solo para satisfacer sus necesidades de ese líquido precioso, mediante engaños, sacrificios rituales y guerras.  Julio Cesar quien fuera iniciado por los altos militares y sacerdotes de la orden fue quien puso fin a toda esa masacre promovida por las fuerzas oscuras.

Portador de un anillo con la calavera en su interior al igual que Alejandro Magno, Julio Cesar inició a otros en la orden de defensores del secreto atlante, su legado duró desde él mismo, llegando hasta Trajano, emperador de origen hispano iniciado de la orden, y por último con Marco Aurelio, también iniciado y portador del anillo, fiero guerrero y filósofo quien mantuvo a raya a las fuerzas del mal durante muchos años.

Pero Julio Cesar fue traicionado y asesinado por sus más cercanos, corrompidos ya por el poder del oro, y de ese hechizo oscuro que los nigromantes habían puesto a muchos de sus seguidores, así mismo, también el imperio fue traicionado por sus dirigentes en especial por uno llamado Constantino I, quien le abrió las puertas a los nigromantes y a su culto, disfrazado de hermandad de paz y amor, culpando al imperio por la muerte de su supuesto redentor, cuando en realidad fueron los mismos nigromantes quienes ordenaron la crucifixión y muerte de un practicante de magia de las escuelas de misterios como muchos otros, a quien transformaron en su  chivo expiatorio para infiltrar imperios resistentes a su dominio por estar defendidos por la sangre atlante, los portadores del anillo y sus diferentes órdenes.

El nuevo culto se volvió más poderoso incluso que el imperio, la sangre volvió a correr por las calles de Roma y del mundo, el mal propagado por el nuevo culto había llevado al imperio a la decadencia, predicaban paz y amor, y en secreto ofrecían en rituales sangre de animales y de humanos mediante trampas y guerras, el imperio había caído, ahora dividido y enfrentados los unos con los otros, le era más fácil a los nigromantes y a su nuevo culto manejar a los hombres a su antojo para que se mataran unos con otros e hicieran correr la sangre que alimentaría a su Dios oscuro para siempre. El imperio Romano de Occidente caía ante los bárbaros engañados por las promesas de fortuna y felicidad de los nigromantes. El imperio Romano de Oriente resistiría mil años más con la ayuda de la cuarta Orden de los portadores del anillo de la calavera, pero también caería bajo el dominio de los esclavos de los nigromantes, solo un miembro de la cuarta orden sobrevivió y se exilió en unas islas del lejano Oriente hoy conocidas como Japón, allí encontró a miembros de una orden mística y aliada también de la sangre atlante, se hacían llamar la Orden del Dragón Tricolor, ellos también ayudaban a combatir a los nigromantes, aunque muy a su estilo, la orden del Dragón tricolor dio refugio y un nuevo entrenamiento que duró muchos años al último miembro vivo de la cuarta orden, el cual debía ahora viajar nuevamente a occidente y enseñar lo aprendido a la quinta, sexta y séptima orden para poner en marcha el contraataque. Su primera parada fue en la península ibérica, lo que hoy se conoce como España y Portugal, los cuales para aquel entonces eran reinos divididos después de la caída del imperio romano de occidente, allí se activó la quinta Orden atlante y se preparó para recibir el ataque de un enemigo venido de Oriente, un nuevo culto creado por los nigromantes, pero esta vez mucho más violento también comandado por su Dios único sediento de sangre, la lucha de la quinta orden fue legendaria, resistió el asedio y la invasión durante 800 años, hasta recuperar toda la península uniendo a todos los reinos en lo que sería el primer estado nación del mundo, España y meses después en el imperio español, cuando cruzaron el Atlántico en 1492 y llegaron a lo que hoy es América...(continuará)

Kntr Qrn. El Proscrito.