miércoles, 25 de noviembre de 2020

Los Portadores del Anillo de la Calavera - I Parte.

LOS PORTADORES DEL ANILLO DE LA CALAVERA

“La desaparición de Merlín es un símbolo de lo que acontece en determinados periodos de la historia de la humanidad, son unos tiempos en los que los pueblos abandonan las esencias espirituales que los animan y se someten a principios negativos destructores de su personalidad existencial, cierta categoría de hombres hijos de la luz no pueden soportar ciertas condiciones agobiantes y desaparecen. Las razas en que se encarnaban entran en decadencia. Cuando triunfa la ignorancia y la fuerza domina, es necesario constituir agrupaciones secretas para que la llama del espíritu no se apague.”

Juan Parellada de Cardellac.

 

Existen lugares, seres y objetos mágicos… pues bien, esta es una historia secreta de lugares, seres y objetos mágicos, de hombres valientes que se hicieron merecedores de un alto honor el cual desde la noche de los tiempos ha pasado de Dioses a hombres forjando así el destino de la humanidad y de sus héroes en este y en otros mundos.

Todo empezó hace ya más de 10.000 años, en una tierra mágica llamada Atlántida, un continente fantástico en medio del mar, depositario de un conocimiento y una sabiduría pura e incorruptible, una tierra en donde los Dioses convivían con los hombres, hombres-héroes, hombres-Dioses, sabios y magos, una raza excepcional la cual tenía el conocimiento absoluto de los orígenes del universo material ilusorio, y también del increado, el eterno y verdadero, el incognoscible, aquel que es invisible pero más real que cualquiera de los otros universos y mundos.

Fue allí en donde se forjo una raza de héroes que no solo resguardaron el conocimiento a través de los tiempos, sino que también combatió contra las fuerzas oscuras que habitan en la infinidad del espacio-tiempo, fuerzas malignas que han acechado a la raza de los hombres portadores de la sangre divina de los eternos, fuerzas que han perseguido la raza divina atravesando dimensiones y universos para aniquilarla y asimismo aniquilar a su único y más temido adversario, la raza solar de los héroes, y poder dominar completamente y sin resistencia todos los espíritus y razas distribuidas a lo largo y ancho del basto multiverso en donde nos encontramos ahora mismo.

Estas fuerzas oscuras, comandadas por espíritus malignos que se alimentan de la energía de la sangre, venidas desde los oscuros rincones de las dimensiones más terroríficas y espeluznantes, deseaban con voracidad la energía de la sangre Atlante, sabían que si se hacían con su energía podrían dominar eternamente y esclavizar a todo espíritu libre que se opusiera a sus planes. Estas fuerzas siniestras y poderosas debían eliminar la fuente del poder de aquella raza y esta era su sangre, pero tenían un problema, ellos no podían ingresar en su forma espiritual a la Atlántida, debido a que un poderoso encantamiento no permitía el ingreso de espíritus inmundos e impuros, así que tuvieron que encarnarse, materializarse para así poder acceder en la forma de los hombres a esta tierra, lo primero fue adoptar la forma más bella que encontraron, para así engañar a los hombres y mujeres, de esta forma lograron acceder a ellos, pero su plan tenía un problema, no podían mantener su forma por mucho tiempo, ya que el consumo de energía era demasiado alto para imitar a perfección la forma de esta raza y empezaban a perder su poder, para contrarrestar esto, debían alimentarse de la energía vital de la sangre atlante, ya fuera mediante su unión sexual y energética, o mediante un sacrificio ritual destinado a absorber  toda la energía vital de este precioso líquido el cual guardaba toda la memoria sagrada y el conocimiento oculto al cual solo accedían los hombres-héroes .

Empezaron mezclándose y así engendrando seres de menor poder y capacidad para controlar los poderes atlantes, mezclando su sangre y diluyéndola para que disminuyera su poder, pero este proceso demandaba mucha energía y tiempo de espera, además, aun cuando aquellos seres que nacían de estas uniones no tenían el mismo poder que los atlantes puros, la sangre atlante en ellos los hacia resistentes aun a su dominio, por eso prefirieron empezar a sacrificar secretamente en ritos macabros a los atlantes y así acelerar el proceso de dominación. Crearon cultos para ofrecer sus sacrificios, y poco a poco los atlantes fueron atraídos hacia ellos, su sangre empezó a correr por las piedras sagradas de la Atlántida, y fue en ese momento que los Dioses de la Atlántida advirtieron lo que sucedía y avisaron a los Hombres-Dioses de la conjura en su contra, rápidamente se movilizaron a identificar al enemigo y combatirlo, pero el enemigo ya había accedido a mucho de su conocimiento a través del derramamiento de sangre y utilizaron este conocimiento para dividir a la Atlántida entre leales y traidores, lograron hipnotizar el espíritu de muchos de los hombres-Dioses y ahora eran sus esclavos y crearían una guerra eterna para así derramar sangre en cantidades suficientes y absorber su energía, así era mucho más fácil para el enemigo hacerse con las cantidades de sangre necesaria para disminuir el poder de la raza heroica.

Ríos de sangre corrieron por toda la Atlántida, ya era tarde para los Atlantes, las fuerzas malignas habían obtenido mucho poder y se deleitaban con cada gota de sangre derramada entre hermanos atlantes. En ese momento, el último bastión de los atlantes puros tomó una decisión que lo cambiaría todo para siempre, tendrían que destruir la Atlántida, porque mientras esta existiera, la guerra continuaría y su sangre se perdería para siempre, consultaron a la Orden de los altos magos solares y estos a los Dioses los cuales aprobaron el plan, la Atlántida desaparecería bajo las aguas llevándose a todos los traidores y espíritus inmundos encarnados propiciadores de esta guerra, el último grupo de hombres y mujeres atlantes serían puestos a salvo en una nueva tierra para que allí conservaran su sangre, poder y conocimiento, debían relatar entre mensajes ocultos la historia de su pueblo para que no se repitiera, debían conservar la memoria de la sangre.

Se reunieron en la costa, y allí junto a la Orden de los altos magos solares los últimos atlantes embarcaron rumbo a una nueva tierra, antes de partir saludaron y se despidieron de la Atlántida con el brazo en alto y la mano derecha extendida, un símbolo solar y mágico que simbolizaba la unión divina e irrompible con esta raza, llevaron con ellos nada más que su sangre porque ese era su tesoro más preciado, la Orden de los altos magos solares invocó a los Dioses y estos iniciaron un cataclismo de magnitudes titánicas el cual sumergió a la Atlántida junto con todos los traidores y un sinfín de espíritus malignos que quedarían atrapados para siempre bajo las aguas.

Los Atlantes fueron guiados por los Dioses hasta nuevas tierras y allí desembarcaron con la esperanza de iniciar una nueva era, una era mágica y de avance para la raza Atlante, al ser muy pocos, los altos magos solares decidieron que no era conveniente permanecer todos juntos, ya  que si el enemigo volvía y los encontraba a todos y aún siendo tan pocos, su legado podía desaparecer, así que los 9 magos formaron 9 grupos, y escogieron un líder para cada grupo, a cada líder le entregaron órdenes muy precisas y un anillo mágico, cada anillo era diferente en apariencia, pero igual en poder, el anillo tenía el poder de revivir y conservar la memoria de la sangre, el poder de transmitir el conocimiento oculto y primigenio a todo aquel que su portador eligiera como digno de ser conocedor de la verdad de lo sucedido y del poder de la sangre atlante, el anillo también tenía el poder de mantener oculto al pueblo atlante ante el enemigo, y así se dispersaron por toda la tierra, encontraron hombres y mujeres de otras razas de menor poder, pero nunca revelaron su secreto, hicieron alianzas con estas nuevas razas y les enseñaron algo de su conocimiento para que así su vida fuera más agradable, tranquila y plena encaminada a la trascendencia, estas razas eran razas tranquilas, sin mucho conocimiento más allá del sobrevivir, respirar, comer, dormir y reproducirse. Los atlantes les enseñaron sobre las leyes del universo, la magia, la matemática, la física, la astronomía, la arquitectura e ingeniería, la química, el dominio de los elementos, medicina natural, la escritura y un sinfín de tecnología que hizo su vida más agradable y prolongada, pero lo que los atlantes no sabían es que los espíritus malignos ya vagaban por esas tierras también alimentándose de la sangre de esas razas, que aunque menos poderosa, también les servía para no desaparecer por completo, cuando los espíritus malignos vieron el avance de los hombres, sospecharon y se dieron cuenta que algunos atlantes habían sobrevivido y empezaron a buscarlos, sabían que ese conocimiento del que ahora disponían esas razas inferiores no podía venir de otro lugar sino de los atlantes, pero no lograron hallarlos ya que el poder de los anillos los hacia invisibles a ojos de su eterno enemigo, fue imposible hallarlos, podrían estar en cualquier parte y además los hombres ahora eran sus aliados, así que decidieron infiltrar a la raza de los hombres para poder llegar a quienes les habían enseñado aquellos secretos los cuales los habían hecho avanzar tan rápidamente, al punto que muchos hombres ya estaban empezando a darse cuenta de su divinidad y de su poder, así fue que escogieron a un pueblo, a un pueblo del desierto, y los engañaron, les hicieron creer que aquellos espíritus malignos eran seres de luz pura que traían un mensaje de un Dios único el cual era su líder y los había puesto allí para dominar a las demás razas y seres de esa tierra, les hicieron creer que eran especiales, y les enseñaron aquellos ritos sangrientos mediante los cuales derramaban la sangre atlante, primero con animales y luego con hombres pertenecientes a otras razas, y así nació un culto a un Dios único sediento de sangre el cual se dedicó en cabeza de sus grandes nigromantes a buscar a los últimos atlantes y a cazarlos, su primera búsqueda fue en tierras cercanas, hacia el occidente, en lo que hoy se conoce como Egipto, fue de allí de donde los nigromantes obtuvieron la primer pista de los atlantes, las pirámides y demás avances solo podían venir de maestros superiores venidos de muy lejos, y no se equivocaban, allí fue uno de los 9 grupos con su líder y allí formaron esa gran civilización egipcia de la mano de sus nuevos aliados y aprendices, quienes a través de sus obras encriptaban aquel conocimiento sagrado de la raza maestra.

Allí en Egipto es donde empezó la segunda parte de la guerra contra la sangre atlante, los sacrificios y las traiciones no se hicieron esperar, ya que los nigromantes habían enviado a sus agentes para infiltrar y mezclarse con los egipcios y así llegar hasta el paradero de sus maestros, los Atlantes vieron las señales de aquel culto siniestro y los sacrificios, y supieron que el enemigo había vuelto y también tenía aliados que ahora hacían correr la sangre por ellos, así que la Orden de los altos magos solares fue avisada telepáticamente en su refugio intraterreno en las montañas del Himalaya, los Andes americanos y Alpes europeos, de inmediato ordenaron cumplir instrucciones muy precisas, cada grupo de atlantes debía escoger un pueblo afín  y mezclar su sangre para así no solo tener una alianza de sangre, sino también incrementar su número para la batalla final y de esta forma también hacer más poderosos a los hombres mortales en contra del enemigo oculto, otra de las instrucciones era crear ordenes secretas, hermandades de hombres depositarios del secreto atlante en su sangre, ellos tendrían la misión de conservar esa memoria en su interior y desarrollar los poderes mágicos propios de esta raza para así combatir con mayor fuerza a los nigromantes y sus seguidores, los integrantes de estas órdenes portarían anillos con símbolos únicos, reconocibles únicamente al ojo de otro aliado de alguna otra orden hermana, estas primeras 9 órdenes escogieron el símbolo de la calavera y las tibias cruzadas por orden de los altos magos, ya que representaba la muerte no solo física, sino espiritual para todo aquel que olvidara su legado y su juramento, representaba también el máximo sacrificio, lo último que queda del héroe después de su liberación material y su renacimiento a una nueva vida verdaderamente inmortal en el universo increado y eterno, a estos anillos no solo se les grabó las tibias y la calavera sino una serie de símbolos mágicos, diferentes todos en todas las órdenes, pero teniendo en común siempre la calavera, la cual debía ser el cáliz en donde los guerreros más feroces tomarían la bebida sagrada de los héroes, el cráneo de sus enemigos se convertiría en la copa en la que verterían el licor sagrado para celebrar y conmemorar cada victoria.

La primer Orden de portadores del anillo de la calavera, estaba conformada por altos sacerdotes y militares egipcios muy cercanos a Narmer, primer  faraón de Egipto, así los siglos pasaron y la resistencia crecía, igual el número de aliados e iniciados que conservaban el secreto y el conocimiento oculto pasándolo de generación en generación a los nuevos integrantes de la Orden, así sucedió hasta el mandato de Ramsés II, durante el cual un nigromante y hechicero llamado Moisés al servicio de los espíritus malignos, fue infiltrado desde pequeño en la familia real para robar secretos y organizar una rebelión para hacer correr sangre para su Dios único, la lucha entre Moisés y Ramsés II fue a muerte, los sacerdotes y militares egipcios de la primera Orden combatieron heroicamente, pero no eran tan fuertes aun como el hechicero Moisés respaldado por los espíritus malignos y su Dios sediento de sangre y su culto siniestro, el cual ya se había apoderado de mucho conocimiento atlante a través de la sangre derramada, al final los egipcios comandados por la primera Orden de los portadores del anillo de la calavera consiguieron expulsar al nigromante Moisés y sus seguidores al desierto, pero el daño que habían hecho ya era mucho, Egipto estaba condenado a desaparecer en algún tiempo como potencia mágica y civilizatoria y sobre todo como imperio descendiente de la Atlántida, los nigromantes jamás perdonarían que Egipto se hubiera resistido a su conquista, los portadores del anillo de la calavera de la primera Orden uno a uno fueron desapareciendo en batallas y misiones peligrosas, hasta casi desaparecer por completo.

Fue en Grecia muchos siglos después en donde la segunda Orden de los portadores del anillo de la calavera apareció...(continuará.)

Kntr Qrn. El Proscrito.